Todos los vehículos requieren de unas labores de mantenimiento para garantizar su adecuado funcionamiento. Una de las acciones más importantes implicará el cambio de aceite y filtros. Lo adecuado, según los mecánicos, sería efectuar esto a los 10.000 o 15.000 kilómetros, o al menos una vez al año. Pero se trata de algo orientativo, ya que dependerá de una serie de factores.
En realidad, la comprobación y el relleno de aceite deberían hacerse con cierta frecuencia si nos preocupa mantener el coche en perfectas condiciones. Se trata de una operación muy sencilla, pero que la mayor parte de conductores prefieren confiar a profesionales. Sí que se recomienda revisar con cierta regularidad el nivel de aceite, sobre todo si se hace un uso excesivo del automóvil, se efectúan desplazamientos especialmente largos o el coche ya cuenta con una cierta antigüedad.
Hay que otorgarle al aceite un papel especialmente importante dentro del funcionamiento del vehículo. Tiene la misión de lubricar y proteger el motor, reduciendo al mismo tiempo el desgaste que implica la fricción de los distintos componentes. Para hacer la revisión correctamente es preciso seguir una serie de pasos:
- Estaciona el automóvil en un lugar plano.
- Es preciso que el motor se encuentre en frío para que no dé lugar a errores.
- Introducir la varilla de medición, que debe estar totalmente limpia, para comprobar el nivel de aceite. Es preciso localizar las dos señales que muestran el nivel mínimo y máximo, además de localizar la marca de aceite.
- Cuando se encuentre por debajo de lo aconsejable o cerca de alcanzar ese punto, habrá que rellenar el depósito con aceite. Lo aconsejable es emplear aceite con las características que detalla el fabricante y una vez hecha esta operación comprobar de nuevo el nivel alcanzado.
- En el caso de que después de rellenar el aceite continúe a unos niveles bajos, será preciso que un experto lo revise, ya que es probable que haya fugas.
El papel del aceite en el motor
El aceite tiene la función de lubricar las piezas metálicas del motor, la transmisión y otras partes del sistema. Tiene una serie de propiedades como la densidad y la viscosidad, que con el uso y el paso del tiempo se van perdiendo. Además, hay que tener en cuenta que se somete a temperaturas especialmente altas que provocan una pequeña evaporación.
A ello se le une también que la fricción de las piezas móviles del motor provoca micro desprendimientos que acaban dejando sedimentos que son purificados y acumulados por el filtro. Sin embargo, con el tiempo, el filtro pierde esa capacidad para captar las impurezas por acumulación. De ahí que los fabricantes de vehículos aconsejen renovar el filtro al mismo tiempo que se produce el cambio de aceite.
Cada cuánto cambiar el aceite del coche
La recomendación de los expertos para el cambio de aceite, por lo general, es cada 15.000 kilómetros o una vez al año. Pero hay que decir que no existe un período estándar para llevar a cabo dicho proceso, ya que cada automóvil tiene un uso distinto y se desenvuelve en situaciones distintas que condicionarán el desgaste y el posterior mantenimiento.
En el caso de los vehículos nuevos, el motor suele venir con un tipo de aceite especial capaz de protegerlo durante más tiempo. El primer cambio de aceite y de filtro suele realizarse a los 30.000 kilómetros.
Una vez hecho el primer cambio, y con una antigüedad inferior a los 5 años, lo aconsejable sería efectuar esta operación a los 15.000 kilómetros. A partir de los 5 años y hasta los 15, se recomienda hacerlo entre los 10.000 y 15.000 kilómetros, mientras que en los coches con más de 15 años, sería cada 10.000, ya que los motores presentan un mayor desgaste y generan más impurezas, requiriendo de una mayor lubricación.
En cada cambio de aceite será preciso efectuar también el cambio de filtro. Esto contribuirá a que la pureza del aceite se conserve durante un mayor periodo de tiempo.
Cuál es la función del filtro de aceite
El filtro de aceite también desempeña una labor esencial en este proceso de mantenimiento del automóvil. Se ocupa de que ninguna impureza acabe afectando a los componentes del motor. Consiguen atrapar en su interior residuos y pequeñas partículas que hay en el interior del motor, en muchas ocasiones originadas por la propia combustión.
Por lo general llega a retener hasta el 95% de las impurezas que se acaban arrastrando. Adquiere una cierta relevancia, ya que puede darse la circunstancia de que algún sedimento pueda rayar las paredes de la cámara de combustión y causar una avería. De ahí la necesidad de sustituir el filtro cada vez que se cambie el aceite.
Qué ocurre si el cambio se hace tarde o nos quedamos sin aceite
El motor del coche se expone a altísimas temperaturas, operando, además, a velocidades muy elevadas, de más de 5.000 revoluciones por minuto. Esta parte del automóvil está integrada por pistones y engranajes metálicos cuya fricción puede llegar a deteriorar las piezas en cuestión de muy poco tiempo.
En el caso de que el motor no esté debidamente lubricado, lo más probable es que se acabe gripando. Las piezas interiores se acabarían rompiendo o fusionándose a causa de la fuerza de la fricción y las altas temperaturas. Todo esto daría como resultado una avería importante en el motor, que en ocasiones puede llegar a ser irremediable. En determinadas circunstancias, solucionar este problema llega a suponer un gasto muy elevado, requiriendo incluso el reemplazo por un motor nuevo.
Merece la pena efectuar una revisión periódica, incluyendo todo lo que tiene que ver con el cambio de aceite, si con ello conseguimos evitar una avería costosa de miles de euros. La mayor parte de los automóviles requieren una media de entre 4,5 y 7,5 litros de aceite. El precio del aceite no es especialmente alto, y en cuanto a los filtros, hay distintas calidades y tarifas. No obstante, los expertos siempre coinciden en la necesidad de no escatimar en todo aquello que afecte al adecuado funcionamiento del coche.
La cuantía a desembolsar por el cambio de aceite depende de una serie de elementos como pueden ser la marca y el modelo del vehículo. También queda condicionado a la antigüedad y a la cantidad de lubricante que se requiera. La media, dependiendo del taller, puede oscilar entre los 80 y 100 euros. En algunos establecimientos cuentan con servicios estándar en los que es posible escoger un mantenimiento básico en donde se incluye el cambio de aceite y filtro. Otros se presentan más completos, con renovación de todos los filtros, refrigerantes, bujías y revisiones más generales, por un precio que puede rondar los 200 euros.
Los consejos de los expertos
El mantenimiento preventivo resulta imprescindible para alargar la vida útil del automóvil. El coste resulta mínimo si se compara con los daños que pueden llegar a ocasionarse en el caso de no realizarlo.
Es preciso que se sigan las recomendaciones de cambios de aceite que propone el fabricante. Aquellos con escasos conocimientos en mecánica deben ponerse en manos de su taller de confianza para que lleven a cabo las labores de mantenimiento con una cierta regularidad.