La Dirección General de Tráfico (DGT) ha sido clara en su recomendación de no plegar los espejos retrovisores al estacionar el vehículo. Aunque puede parecer una práctica menor, mantener los espejos desplegados al aparcar es fundamental para la seguridad, tanto de quien conduce como de peatones y otros vehículos en la vía. A continuación, analizamos las razones clave por las que la DGT desaconseja esta práctica, desde la visibilidad y el control hasta la normativa de tráfico.
Visibilidad reducida: Un riesgo que aumenta al plegar los espejos
Una de las principales razones de esta recomendación es la pérdida de visibilidad que se produce al plegar los espejos retrovisores. Con los espejos en posición, el conductor mantiene un campo de visión lateral que le permite identificar rápidamente posibles obstáculos, vehículos en movimiento o peatones en las inmediaciones del coche.
Contar con una visibilidad amplia y sin obstrucciones es esencial al estacionar, ya que facilita la detección de posibles peligros y permite al conductor anticiparse a cualquier situación imprevista. Mantener los espejos desplegados proporciona una visión completa y contribuye a una conducción más segura y controlada durante la maniobra de aparcamiento.
Mayor riesgo de colisión: La seguridad en primer plano
La DGT también señala que, al tener los espejos desplegados, se reduce el riesgo de colisión. Los espejos ofrecen una referencia fundamental para identificar la proximidad de otros vehículos o peatones que puedan estar acercándose al automóvil. Al reducir la visibilidad lateral, plegar los espejos aumenta la posibilidad de no detectar a tiempo un vehículo que se aproxima o un peatón que cruza cerca, lo cual incrementa el riesgo de accidentes.
Este aspecto cobra aún más importancia en espacios de aparcamiento reducidos o estrechos, donde cada maniobra cuenta y el margen de error es mínimo. Sin la ayuda de los espejos, el riesgo de impactar contra otros vehículos estacionados o elementos del entorno aumenta considerablemente.
Dificultad para maniobrar: El control que aportan los espejos desplegados
La dificultad para maniobrar es otro motivo de peso por el que la DGT aconseja mantener los espejos en su posición habitual al aparcar. Los espejos laterales no solo ayudan a identificar posibles obstáculos, sino que son una herramienta crucial para calcular distancias y referencias en el entorno. Esto es especialmente importante al estacionar en espacios ajustados, ya que los espejos ayudan a controlar los bordes laterales y evitan que el vehículo golpee otros coches u objetos cercanos.
Al perder esta referencia visual, el conductor tiene menos control sobre la maniobra, lo que complica calcular la distancia de forma precisa y aumenta las posibilidades de daños tanto al vehículo propio como a los que están alrededor.
Evitar daños en los espejos: Proteger un elemento clave de seguridad
Además de los beneficios en visibilidad y control, la DGT también subraya que mantener los espejos desplegados ayuda a evitar daños en estos elementos tan importantes para la seguridad vial. Los retrovisores son componentes delicados y están expuestos a deterioros y roturas, especialmente cuando se pliegan y despliegan de forma constante.
En muchos casos, el olvido de desplegarlos antes de iniciar la marcha puede llevar a conducir sin la visibilidad completa, poniendo en riesgo la seguridad. Conservar los espejos en posición reduce el desgaste por movimientos repetitivos y garantiza que estén siempre listos para proporcionar el campo de visión adecuado.
Cumplimiento de la normativa de tráfico: Evitar infracciones y sanciones
Finalmente, uno de los motivos menos conocidos por los que la DGT desaconseja plegar los espejos al estacionar es el cumplimiento de las normativas de tráfico. Según el Reglamento General de Circulación, los vehículos deben llevar los espejos retrovisores exteriores desplegados durante la circulación. No desplegarlos antes de iniciar la marcha puede resultar en una infracción sancionable.
Además, en caso de accidente, el hecho de que los espejos estuvieran plegados puede complicar el proceso de reclamación de daños ante la compañía de seguros, ya que se podría argumentar una negligencia en la visibilidad. Mantener los espejos en posición garantiza el cumplimiento de la normativa y protege al conductor de posibles problemas legales o de responsabilidad en caso de colisión.
La recomendación de la DGT de no plegar los espejos retrovisores al aparcar responde a razones de seguridad, control y cumplimiento de la normativa. Los espejos desplegados brindan una visión completa del entorno, reducen el riesgo de colisión, facilitan el cálculo de distancias, protegen los propios retrovisores y aseguran que el conductor cumpla con las normas de tráfico vigentes.
Mantener los espejos en su posición natural al estacionar es una medida sencilla que aporta múltiples beneficios y hace que las maniobras de aparcamiento sean más seguras para todos.