Desde hace unos años se vienen imponiendo por parte de las autoridades una serie de restricciones en materia de movilidad, que afectan sobre todo al coche antiguo. Se obliga a circular con una etiqueta medioambiental, a la que en muchas ocasiones no pueden optar por su antigüedad o por no reunir las exigencias en cuanto a emisiones. Esto provoca, entre otras cosas, que algunos coches de segunda mano carezcan de la pegatina medioambiental y se les prive de circular por ciertas zonas del país.
La intención es que en el futuro estas limitaciones vayan a más y afecten a los coches que en la actualidad portan la etiqueta B y C, en función de los niveles de contaminación que presenten esas zonas de bajas emisiones que deben tener las ciudades con más de 50.000 habitantes.
De momento, los coches sin pegatina medioambiental son aquellos de gasolina que fueran matriculados con anterioridad al año 2000 y a los diesel previos al 2006. Esto supone que en torno a un 20-30% del parque móvil de nuestro país no dispone del adhesivo.
La pegatina medioambiental es una forma de clasificar los vehículos según su eficiencia energética, y para ello se tiene en cuenta el impacto que provocan sobre el entorno. Según recoge la Dirección General de Tráfico (DGT), dicha clasificación surge con el propósito de “discriminar positivamente a los vehículos más respetuosos con el medio ambiente”, además de ser un “instrumento eficaz al servicio de las políticas municipales, tanto restrictivas de tráfico en episodios de alta contaminación, como de promoción de nuevas tecnologías a través de beneficios fiscales o relativos a la movilidad y el medio ambiente.
Si te preguntas cómo saber si mi coche tiene pegatina medioambiental, será tan sencillo como introducir la matrícula del vehículo en el buscador habilitado en la página de la DGT. Al instante aparecerá el distintivo que le corresponda al automóvil por sus características o una explicación detallando los motivos por los que no tiene derecho a la misma.
Esta consulta también se puede efectuar a través de la app miDGT, por teléfono en el número 060 o de manera presencial en la Jefatura u Oficina de Tráfico solicitando previamente cita previa.
En el caso de que no tengas muy claro dónde se consigue la pegatina medioambiental del coche, debes saber que hay una serie de puntos físicos en los que podrás comprarla. En todos ellos, el precio se encuentra fijado en los 5 euros.
Se encuentran incluidas aquí las oficinas de Correos, los talleres que pertenezcan a la Confederación Española de talleres (CETRAA), talleres de cadenas de mecánica rápida y en colegios de gestores administrativos. Aquellos que apuesten por la comodidad, deben saber que también tendrán la posibilidad de adquirir la pegatina a través de medios online. Ya sea la web de la DGT, Correos, Amazon, el Instituto de Estudios de Automoción (Ideauto) y el Comisariado Europeo del Automóvil (CEA). Pero en estos casos, el precio puede rondar entre los 6,30 y los 10 euros debido a los gastos de envío y gestión.
Para pedir pegatina medioambiental coche, tanto si la adquisición se efectúa en un establecimiento físico como en un canal online, será necesario que aportes una serie de documentos y datos. Exigirán el número de matrícula del vehículo, el DNI o NIE y el permiso de circulación.
Cuando el trámite se haga por Internet habrá que aportar una copia del DNI y del permiso de circulación. Como podrás comprobar, en la mayoría de esos canales pedirán que adjuntes los documentos antes de que se concrete la compra. Resultan imprescindibles, así que si no te los solicitan, posiblemente se trate de una estafa.
Hay ciertos vehículos, que pese a su antigüedad, podrán circular sin ningún tipo de restricción por estas zonas de bajas emisiones. Nos referimos a los coches clásicos, que tienen la consideración de bienes culturales y que forman de alguna manera parte de la historia automovilística del país. Esto hace que tengan un cierto privilegio.
Para que puedan ser encuadrados en esta categoría es preciso que fueran fabricados o matriculados por primera vez hace al menos 30 años. También se exige que conserve su estado original y que cualquier variación realizada no haya alterado ni su carácter histórico ni sus características fundamentales.
Los propietarios de coches deportivos antiguos deben comprobar si su automóvil se encuentra incluido dentro de esta categoría. Se estima que esta clase de vehículos no suponen un problema medioambiental, ya que se utilizan con poca regularidad, apenas unos días al año. En nuestro país existen en torno 47.000 coches históricos, que es una cifra especialmente baja si se compara con los datos de otros territorios como Francia o Alemania, que rondan los 500.000, o Reino Unido, que alcanza el millón y medio.
La DGT explica que hay cuatro distintivos ambientales en función del impacto medioambiental del vehículo. Ordenados de mayor a menor eficiencia quedarían de la siguiente manera.
Desde la DGT recuerdan que el resto de vehículos no tienen derecho a obtener ningún tipo de distintivo al no ajustarse a las exigencias para ser considerado un vehículo limpio. La citada pegatina debe ir situada siempre en el lado inferior derecho del parabrisas delantero.
Mucha gente se preguntará si merece la pena mantener un coche antiguo pese a las limitaciones que existen con las pegatinas medioambientales. En algunos casos existe un cierto punto de nostalgia o sentimentalismo, pero si su funcionamiento es el correcto, no habría inconvenientes en seguir haciendo uso de él.
Sobre todo por la simplicidad mecánica, que hará más sencillo el mantenimiento y reparación, o el menor precio de los repuestos y piezas, que resultarán más fáciles de localizar en el mercado de segunda mano.
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