Las luces son uno de los elementos de seguridad activa más importantes de un vehículo, y esto habrá que tenerlo en cuenta a la hora de elegir el tipo de faros cuando vayamos a comprar un coche. Entre las opciones existentes se encuentran las halógenas o incandescentes, que suelen ser las más frecuentes y que se identifican con facilidad por su tono más amarillento, además del xenón y el LED.
De lo que se trata, en realidad, es que nos aporte la suficiente iluminación para poder circular de noche con unas ciertas garantías. En este sentido, las luces LED pueden resultar las más eficientes. De hecho, los fabricantes llevan apostando por ellas desde hace unos años, tanto por su potencia como por su vida útil, que llega a alargarse hasta las 10.000 horas. De ahí que mucha gente se plantee la posibilidad de sustituir una bombilla halógena por una LED y si resulta legal del todo este procedimiento.
Cada vehículo se encuentra preparado para incorporar un tipo de alumbrado concreto, por lo que un sistema halógeno no puede montar una luz de xenón o de LED. Cada modelo de lámpara debe encontrarse instalada en una óptica diseñada de forma específica para esa fuente de luz. Sí que es probable realizar un cambio de sistema, aunque tampoco resultará tan sencillo el proceso.
En España, hasta hace poco, la sustitución de una luz halógena por un LED resultaba ilegal. Además de suponer una sanción económica, fuera un coche nuevo o un coche de segunda mano, tampoco se pasaría la ITV en el momento de la revisión. Estaba considerada como una variación de importancia, exigiéndonos la obtención del informe de conformidad del fabricante, el certificado del taller y una aprobación de dicha homologación en una estación de ITV. A partir del 1 de noviembre de 2022, el trámite se simplificó con la publicación del Manual de Reformas en su séptima revisión, aunque para algunos no parece resolver del todo las exigencias que demanda una tecnología de este nivel.
Dicho reglamento sí que permite la sustitución de las bombillas incandescentes por LED homologadas para ópticas que empleen luces halógenas sin necesidad de cambiar íntegramente los faros o sin que haya que gestionar dicha modificación como reforma en la ITV. Así lo indican desde la Federación de Empresarios de Talleres de Automoción (CONEPA).
Desde qué cuando se pueden sustituir las bombillas por unos LEDS
El reemplazo de las lámparas incandescentes o halógenas por bombillas LED no estaba permitido hasta noviembre de 2022. Únicamente era posible realizar la sustitución de faros o bombillas que usaran la misma tecnología. Es decir, que las halógenas solo se podían cambiar por halógenas, las xenón por xenón y los LEDS por LED. Con anterioridad a esa fecha, la legalización demandaba un proceso de homologación que tenía un coste que rondaba los 350 euros.
Sin embargo, gracias a la última actualización del Manual de Reformas ya se puede hacer esa variación de los faros halógenos por los LEDS, sin que esté recogido por la normativa como una variación de relevancia. De hecho, así lo aclaran en su última especificación: “No se considerará reforma la instalación de repuestos o recambios (incluidas las lámparas LED de sustitución homologados según el Reglamento número 37 de NNUU en faros homologados para óptica de incandescencia) ni la sustitución de grupos laterales y traseros de incandescencia por otros de sistemas LED debidamente homologados y situados en el emplazamiento original”.
Esto significa que las bombillas LED que se ajusten a la normativa ECE R37, que son la misma que la de las halógenas, podrán reemplazar al actual alumbrado de nuestro coche. En este sentido, lo realmente importante para que la bombilla se considere como legal es que cumpla con el citado reglamento. Para ello será preciso que en la propia bombilla aparezca inscrito.
En el caso de que no cumplamos con las exigencias que impone la ley correríamos el riesgo de ser sancionados. Un técnico de la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) se encargará de comprobar que el alumbrado que se utiliza se adecúa a la legislación. Además de echarnos para atrás en la inspección también nos enfrentaríamos a una multa de 200 euros.
La modificación en el reglamento se produjo en noviembre de 2022. Sin embargo, hemos tenido que esperar unos cuantos meses para encontrar bombillas que cumplieran con las condiciones requeridas.
En realidad era posible colocar bombillas LED en el sitio de las halógenas, pero su instalación no estaba legalizada. Sobre todo porque no había ninguna que satisficiera los requisitos que se solicitan, ya que la normativa ECE R37 aclara que las luces sustitutivas LED deben presentar una equivalencia fotométrica completa. Por lo tanto, en el caso de que la bombilla de un vehículo emitiera 100 lúmenes, la nueva bombilla LED que se incorpore debe tener la capacidad de emitir esa misma cantidad de lúmenes.
Esta petición resultaba un serio contratiempo para las luces de cruce y carretera, principalmente porque no había en el mercado opciones LED que emitieran la luz exigida. Eso ha obligado, entre otras cosas a que los fabricantes de este tipo de elementos se hayan tenido que especializar en nuevas bombillas que se ajusten a los requerimientos. Pero también nos encontramos con que no todos los vehículos pueden hacer uso de este nuevo alumbrado.
Qué ventajas presenta una bombilla LED respecto a una halógena
Las bombillas halógenas son las convencionales y las que cuentan con unos precios más baratos. A diferencia de las incandescentes, que durante muchos años se han usado en las viviendas, llevan en su interior gas para aumentar la capacidad de iluminación.
Hay que decir que apenas durarán 500 horas y tampoco es que cuenten con una luz demasiado intensa. En carretera apenas cuentan con un alcance de 60 metros con la luz de cruce. Durante los últimos tiempos se han ido imponiendo los LEDS sobre el resto de modelos. En primer lugar, empezaron a usarse en intermitentes y luces auxiliares, para más adelante ampliarse su empleo al resto del vehículo.
Tienen como principal ventaja que consumen muy poca energía, además de alargar su duración mucho más tiempo. Se estima que alcanzan las 10.000 horas, además de proporcionar una mayor visibilidad, capaz de alcanzar los 300 metros de distancia. Esta opción también puede resultar muy interesante debido a que desprende una luz más intensa, con una gran libertad de diseño.
Para instalar una luz LED en el coche tan solo habrá que encontrar una bombilla que sea compatible con el conector del coche y reemplazarla. El precio de la misma variará en función del tipo de uso que se le vaya a dar. Para alumbrar la matrícula, por ejemplo, el coste será de unos 10 euros aproximadamente, mientras que el juego de dos unidades para faro delantero oscilará entre los 50 y 60 euros.
Queda claro que merece la pena cambiar las luces de tu coche por unos LEDS, pero siempre que este proceso se haga de forma legal y cumpliendo las normas. Puede hacerse por medio de un cambio de faro y su posterior homologación o comprando bombillas LED con homologación halógena. Una vez que compruebes el cambio te darás cuenta de las enormes prestaciones que pueden ofrecerte.
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